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lunes, 26 de enero de 2015

Hílame



 

Parece que son los afectos los que hay que remendar. Pero no encuentro el hilo.

Primero he de bucear por el engranaje de toda una vida para encontrar qué pieza está rota, y tratar de sustituirla. Parece que es el miedo lo que esconde la auténtica cara del animal agazapado. No lo conozco, no me conoce. Demasiado miedo.

Parece que las lágrimas que tanto he tragado son corrosivas. Por eso mi úlcera. Pero son sólo mías. No quiero compartirlas con quien retira las manos. Todos.

Mi soledad siempre está conmigo. No tiene prisa ni la agenda llena. No me juzga. No me abandona. Nos conocemos bien. Mucho tiempo.

Si consigo unir todos los trozos, tal vez ya sea yo, o quizás yo soy los trozos.

 
                    Pero no encuentro el hilo…
 
                               no lo encuentro….

                                      no lo encuentro…

1 comentario:

  1. bellísimo y con una cadencia inusual. Esa soledad que es compañera no se distrae, mas bien, ya forma parte de la piel....

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