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viernes, 27 de febrero de 2015

Quiero

Quiero que me envuelvas en tu cuerpo
 que me ates con tus brazos
que me dicten tus latidos lo que puedo darte
que me desvelen tus ojos cada secreto que guardas
que tus suspiros me acunen
que tu espalda no sea un adiós
que tus manos dibujen el camino para llegar hasta ti
que tu risa no se apague entre mis labios
que el tiempo no nos conduzca a la monotonía amarga
que el desengaño se pierda y no nos encuentre...
que la voz del mar sea nuestra canción
que las miradas de fuera no se interpongan en lo que sale de dentro
que la cama no sea nunca un abismo
que la dulzura de tus besos disipe la niebla que me había envuelto.
Solo quiero que me abraces
para musitar en tu hombro...
que no me dejes.

martes, 24 de febrero de 2015

Bálsamo y cura

Tal vez hoy me envuelva el silencio
que siempre fue mi caballo de madera y mi escudo
mi billete a países lejanos en los que sólo yo paseaba
mi salvavidas y mi entrada de cine
mi colchón hecho de bruma
mi lugar seguro.

Tal vez hoy de nuevo le silbe para que vuelva a inventarme
para que me acompañe por rugosos momentos
de los que te arañan la piel con las esquinas del desencuentro y
la memoria de tantas espaldas.

Puede que hoy le ofrezca una cita
para que me sacuda el polvo si alguna vez me he arrastrado
y me cure las rodillas de algún mal aterrizaje
lejos de tus brazos.

Tal vez hoy mida en silencio
los minutos de día
el discurrir de una idea
la cadencia de un recuerdo.

Y lo evoque así
para que sea bálsamo y cura del caminar
con dolor en los huesos
y en los zapatos.


domingo, 22 de febrero de 2015

Cocinar a fuego lento

 
Estamos hechos de miedo.
Piernas de miedo a cruzar la línea
pies de temor a cambiar el paso
manos de miedo a deshacer el  nudo
de la venda que llevamos.
 
Estamos hechos de miedo.
 
Ojos de miedo a mirar de frente
boca de temor a equivocarnos
manos de miedo a romper las normas
que un tiempo antes acariciamos.
 
Tejidos de obligaciones e hilvanados con recelos
cosidos a puñetazos , rematados con desvelos.
 
Estamos hechos de miedo.
 
Con la dosis justa de diazepam
y cocidos a fuego lento
en miles de moldes de barro
 con nuestros propios infiernos.




jueves, 19 de febrero de 2015

Redes


Es más firme mi enfermedad que el virus de los recuerdos,
que no me inmuniza ni me previene.
Volveré a caer de lleno.

                                      Y lo sé.

La enfermedad del error está programada en mis redes neuronales,
instalada en mi sangre, tatuada en mis huesos.
Si errar es humano,  re-equivocarse es mi ADN.

                                  Y aún así, sobrevivo.

Un circuito cerrado predice la activación  de otro lapsus,
antiguas creencias en todo, menos en lo cierto,
que me impulsan a estrellarme repetidamente contra un muro.

                         Y aún así, conservo el impulso

                                                              ...algo.

Si pensé que el agua se colaba entre los dedos
por mi incapacidad para retenerla,
resultó que el agua tenía su propio curso.

                           Y aún así, me queda orgullo

                                                           ...poco.

Voy a re-equivocarme hasta la saciedad,
pero con el interruptor de mis redes bien cogido.

                           Y si aún así, me electrocuto

                                               ... habrá valido la pena.

miércoles, 18 de febrero de 2015

NO EXISTIR CERCA

Por favor, no molestar.
Apenas me sobran unos segundos al día,
ocupada en mis pensamientos, mis superproducciones
y mis distancias.

                                          Os observo.


Por favor, no tocar la línea invisible
que he trazado a mi alrededor
para mantenerme a salvo de la estupidez.


                                            Os estudio.


Por favor, no abrir la boca.
Habéis fusilado el sentido común
pero siempre os quedan más balas.
No escupirlas en mi trocito del mundo.


                                              Os descarto.


Por favor, no existir cerca.
No me quedan más islas desiertas
donde mandaros a no molestar.


                                              Os lo ruego.

martes, 17 de febrero de 2015

Sol solito


Dile al día que acaso los inviernos son más cortos cuando sale el sol
y calienta las manos, las penas y los pantalones.
Siempre sale, aunque sea a dar una vuelta corta...
entre su casa y la mía apenas hay unos millones de años luz.
 
Y le espero cada mañana de invierno, y aún cada noche,
 no vaya a ser que en un despiste se pasara de largo mi puerta.
 
Dile al día que no agonice de sol rojo hacia la tarde sin avisar,
 porque a veces me despisto con alguna intrascendencia
y llego tarde para recoger cada gota del rojo sangre de tantas voces
y grabar en mi retina el reflejo que hace en el cielo la sangre que sale del alma.
 
Dile al día que no importa, si hace frío o llueve afuera,
o si hoy está nublado porque se pasó de largo mi puerta.
Porque sé que todo gira, y que a la próxima vuelta,
sol cabrón, te estaré esperando para que sangres
hasta la última gota.
 
 

domingo, 15 de febrero de 2015

Juego de luces

Claroscuros.
Contrastes y perspectivas imposibles.
Depende de cuándo, depende de quién.
Juegos de luces, incidencias y sombras.
Depende de dónde, depende de qué.
Las ilusiones ópticas me aburren,
lo que tenga que ser, que sea sin peros,
sin anestesia.
He tirado certezas como piedras
 para fundir todas las luces.

Buitres


Encarcelado el deseo, desde tan cerca, tan lejos.

Se han congelado sus sueños, sumisos ante tu frialdad impertérrita.

El recuerdo de tus besos anuncia hoy un derrumbamiento, un romance de corazones negros, podridos bajo la sórdida luna.

Nacarados cisnes acompañan la velada tras una cortina de humo y después alzan el vuelo… ¡son buitres!

Llévale de la mano a la cama, entre edredones de plumas... su suavidad le traerá recuerdos de tiempos mejores, donde a la sombra de un deseo libre, te esperaba.

Proscrita la esencia de lo que es cada persona,
volverán a preguntar mientras dictan la respuesta.

viernes, 13 de febrero de 2015

Nieve

Hoy  ha nevado en la acera de mi cuarto
y me he puesto la bufanda que tejieron otros besos.

Abonar con sal la esquina fría de mi silencio.

 sal... en mis venas,

  sal... en mis versos,

sal... en la herida,

SAL...de mi vida.

jueves, 12 de febrero de 2015

Volutas de humo


A veces trato  sólo de dejarme sentir y notarlo.
 Saber qué sucede aquí dentro.

No ceder a la inercia estable, inerte, vacía…
pero la tendencia me vence.

Y la consciencia se yergue para zarandear las garras de lo cotidiano,
 y que se abran y suelten la risa, el vértigo, el llanto.

A veces trato sólo de saber quién es la mujer del espejo
que duerme a tu lado todas las noches,
 la que tiene las manos heladas de acariciar fantasmas
y no sabe cerrar el espacio con un beso. 

Crece entonces la presión al emerger el bloqueo
que disloca el pensamiento y lo diluye,
de manera constante, sin llegar a nada
... como volutas de humo.

martes, 10 de febrero de 2015

Otros mundos

Saltar la verja de tu mirada
sin dejarme la piel, y tomar aire fresco
desde otro espacio sin techumbre.

Tumbarme en la hierba fresca
de alientos distintos, mirando las nubes, cielo,
de otros mundos.

Romper el grillete que me ataba al aire,
a tu nada, a las infinitas formas
de perder el tiempo,
y sangrarlo todo.

Y correr por los campos conquistados,
libre, sin hundirme en tus silencios...
descubriéndome.

lunes, 9 de febrero de 2015

Astillas

Con astillas en la piel, esquirlas señalando
la inminente caída de una montaña de temple.
Me encontraba allí de pie,
frente a la vieja puerta de madera,
acariciando esa rugosa superficie
que hacía estragos en mi garganta.
Sí, es cierto.
Me estremecía al pensar si fue verdad,
porque allí estaba la dichosa puerta
que gritaba que te habías ido.
Como si de un sueño se tratase,
recordaba apenas unos fragmentos.
Y deseé haber echado brea a aquel momento
aún sabiendo que lo estropearía,
sólo para que al hacerse sólido
hubiese podido sentir que fue real.




domingo, 8 de febrero de 2015

Veneno


Qué tiene tu veneno que me lleva y me trae sin que pueda negarme,

que me da la vuelta y me remueve, que acelera los latidos y aprisiona el estómago.

Que quita el sueño, y la sed y el hambre,

que deja en los huesos y estrangula corazones.

Que acobarda, que envilece,

que derrite el cerebro, y la piel, y el cerebro…

que acompaña a la culpa,

que enmudece los sentidos.

Que construye una barrera entre quién soy y lo que quiero.

Que me da frío y calor, y agua salada, y sal en la vieja herida.

Que sala, que amarga, que sangra…

Y entre medias tus dobleces, tus silencios, tus miradas,

tu tira y afloja, tus salidas triunfales, tus pausas perfectas…tus distancias.

Y cuando me voy, no te vas, ocupando demasiado sin estar.

Y vuelve la duda, la rabia y el ansia,

el deseo mantenido, bloqueado y temeroso.

Desde hoy, buscaré el antídoto para esta sin razón…o me explotarán las venas.

jueves, 5 de febrero de 2015

Vagones y Mazmorras

Me fijo en las caras unos segundos,
confundiéndose agresividad
con contacto en la distancia de unos ojos,
y con-tacto, me retiro.

Acarícian el suelo sucio,
vuelan aquí y allá
o se cubren con los párpados del cansancio,
como murallas miradas.

Cansadas, perdidas, vacías,
reflexivas, tristes, huidízas...
No se tocan.
Si acaso un niño, que aún no ha aprendido
que aprenderá a estar solo en compañía.

Asisto a la lucha por los sitios más aislados,
más alejados de la posibilidad de un roce,
o de un contacto con otra mirada o con otro cuerpo.

No vaya a transferirse el hastío a través de la piel
como corrientes eléctricas,
sentenciados a encontrarnos.

Donde la individualidad toma cuerpo
y crece la misantropía,
se gesta la indiferencia.
Cabalgamos cada día en vagones y mazmorras.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Busco


Me digo que hoy busco quien soy,
pero no me creo, porque no me encuentro.

Porque tengo miedo de saberlo, sin mí (ti).
 Porque no me siento.

Me digo que busco qué espero,
pero no espero ya hoy nada nuevo.

Que quiero mirar más allá
de lo que viaja en mi cuerpo y soy yo,
lo que no comprendo.

Descubro que atrapo el deseo
con un cazamariposas de miedos.
 
Sin pensarte , sin pensarme,
no se siente menos vértigo.

La nueva vida


 Se precipita la nueva vida, los años venideros, los desechos insospechados...
Y yo, medio equilibrista, intento subir un poco más  alto
para ver desde arriba mi pena y reírme de nuevo de mí.
Seré como el más solitario de los rapaces, acechando otra
sonrisa tuya, pero mi estúpida necesidad de abrazarte
hace aguas en tus ojos.
Con el corazón empañado, derroche de lamentaciones...¡qué demasía!
Quizás mi locuacidad me dará vela en otro entierro, pero ahora yace muy por debajo de lo que yo quisiera.
Marchita ya, la templanza de aquellos momentos,
insoportables ahora, como ayer, esos recuerdos.
Sigo aquí, mientras las serpientes de mis sueños ocupan tu lugar
y luego se deslizan dejando en la cama sólo un bulto que tiembla.
No necesito más necedad, ni más insólitos juegos.
Tal vez gritar tu nombre no vaya a servir demasiado,
porque tu ausencia es más fuerte que cada lágrima mía.
Ya nada me parece mucho, nada va a llevarme a las estrellas,
porque me asomé a los cimientos sobre los que está hecho el mundo
 y el frío ha calado mis huesos.

martes, 3 de febrero de 2015

La ley del Talión


Agitación, amargura, náuseas…

tal vez el vomitar este sueño sea la ley del Talión,

las reglas de la realidad que nos forja

y la caída desde un precipicio, más suave

que el dolor de otra despedida.

Tal vez suplicar una noche más a tu lado

sea pujar demasiado alto y volar demasiado bajo,

casi al ras de lo que ya obtuvimos,

mientras que la línea recta que separa mi petición

de tu vuelo, es un puente a la locura, al

interior de uno mismo, donde los recuerdos

abrasan y el vacío congela.

Días de frío y canciones

Tararear la canción que acompañe
en las mañanas de invierno,
que su presencia caldee
los días grises y las noches largas.

Sentir las calles vacías y heladas
como veredas hasta mi centro,
en otros ojos bulevares
como glaciales pastos cerca.

Cerca hoy de mis pensamientos
el aire jugando a asustar mi pesar
envuelve custodio con traje de invierno
las marcas que llevo bajo mi disfraz.

Canción caldea, canción cincela,
canción levanta las hojas secas
con remolinos de sueños mezclados con ellas.
Y junto a ellas, mi rastro.

Una canción corta el frío
tibia y rítmicamente mis pasos
encontrando el camino de vuelta a casa.

lunes, 2 de febrero de 2015

Ensayando Sonetos

En mi garganta el sabor del olvido
y en  la retina la imagen dormida
que no por ausente, ni por sabida
retornar al presente ha conseguido.

Si con mis sentidos he percibido
huellas que el tiempo bosqueja en la vida
algunos instantes sobrevenida
la imagen buscada de lo vivido.

Escudriñar en tu océano pedazos
con la cadencia de lo que olvidaba
en las canciones de tantos portazos.

Mar que a mi paso las aguas cerraba
mientras naufragaba en otros abrazos
perdí la razón por la que remaba.

domingo, 1 de febrero de 2015

Rescate

 Lucho contra la rutina, la que viene a rutinizarnos a escondidas, la que hace que me olvide de lo que importa y me pierda en mareas de vértigos y distancias.


 La que invade los rincones de la casa, y fermenta entre los cacharros de la cocina. La que supone el peligro diario, sin tener que viajar a países en guerra.


 Me arrastra, sin caer en ello, a la guarida en que habita el olvido del significado de lo que nos mantiene en pie, y devora el sentido de lo que es real: tú.
No quiero que le hagamos un nido en casa en los vértices del desencuentro, porque si estás próxima el resto encaja, y si te distancias, me distancio, y el mundo va cojo esos días.

Porque eres tú la piel que me calma, la que me gusta sentir rozándome desnuda, en la que me gusta sumergir mi nariz y acariciar con mis labios. Las manos que sosiegan mi ansiedad si me acaricias, las manos pequeñas que me gusta coger cuando estamos en el sofá, y simplemente sentir en las mías.

Eres con quien soy yo, sin artificios, a quien muestro mis verdades y mis mentiras, porque sé que tú no te irás corriendo, y que si un día te tienes que ir, te irás mirándome.
Porque lo real eres tú, las manos, la piel, la verdad, la mirada.
Tu sonrisa me puede, sin explicaciones, sin palabras...
rescata la mía.