Hoy me siento en el deber inexcusable de esconderme
quise decir, más bien, de resguardarme
de la tormenta que me acecha y cuando escampe
chapotear sobre los charcos de la ausencia.
Paréntesis, instantes a cobijo
del frío que se acerca en la tangente
y hiela en la distancia de unos ojos.
Sin versos que abriguen los momentos
saberme vulnerable a la derrota
y al mundo que con ella se perfila.
y al mundo que con ella se perfila.
Parapetarme con letras y papeles
y dejar que llueva a mares
con mis armas, tinta y besos,
en el arca.
Voy a remar por tu mar entero
para beberme la sal
que aconsejaba la huida.
Maravilloso como lo explicas: cada día disfruto mas de tus ausencias presentes y estos ocultamientos extrovertidos.
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