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sábado, 23 de noviembre de 2019

Dentro

Observaba sin exponerse,
desde el lado seguro
de la broma fácil,
la última noticia
o el circunloquio.

Demasiado arriesgado
reunir las fuerzas
para excavar las ruinas,
exhibir las ruinas
para aprenderse.

Demasiado cómodo
mirar abriendo una puerta,
para cerrarla después
silencio a minuto.

Unidosis de autocontrol
paladeando quietud,
autocontrol al cuadrado,
vomitando colapso.

Qué tranquilidad pensar
que nadie pondrá un pie
más allá de la línea.

Qué angustia saber
que no vamos a colorear
nunca,
fuera de los márgenes.

Cada cual en su cuaderno.
Dentro.
Muy dentro.



domingo, 17 de noviembre de 2019

Pyrexia

Me he dado cuenta
de que últimamente,
cada vez ofrezco menos resistencia.

Me indaven con facilidad
ejércitos de bacterias
que trepan por mis fortalezas,
poblando sin dificultad
un imperio en decadencia.

Fuera de juego la garganta,
callo con la vieja excusa
de la que ha sido derrotada,
masticados los cristales
que otorgaban momentos incómodos.

Y me dejo vencer
a golpe de tos,
vidriosos los ojos,
atrincherándome en la fiebre
que se apodera del tiempo
y lo recorta.

Siempre vuelve la imagen
del collage del techo de aquella habitación
cuando los grados se disolvían en colores,
y pisar el suelo o el cielo
era indiferente.



viernes, 15 de noviembre de 2019

Secuelas

Quise bucear en mí misma
pero la descompresión fue tan fulminante
que alejó mis pedazos de tus orillas.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Como si nada

Seguir conversando
como si nada,
como si el dolor
fuese polvo
que poder sacudir,
mientras sostengo con palabras
la mirada que en silencio
pesa demasiado.

Decir adiós,
y caminar sonriendo
desplegada la coraza,
en días como hoy
en los que llueven
penas de punta.

Mirarte a los ojos
si nos cruzamos,
conseguir que te calmes
en un parpadeo,
y seguir en línea recta hasta casa.

Soltar la coraza
y hundirme lo justo
recomponiendo el gesto
para la cena.

Tragar saliva,
metódicamente
desdoblar la sonrisa junto al pijama,
apagar la luz,
y dejar que duela libre.



domingo, 10 de noviembre de 2019

Gris

El cielo viste de luto
una bufanda plomiza,
protege sus ojos del frío
que cala las nubes al vernos.

Sin gorriones,
ya no existen los caminos
de migas de pan
de vuelta a casa.

Si te pierdes, si me pierdo,
no habrá guía.

El mar viste de luto
y llora aguas negras profundas
por todos los brazos abiertos
y todas las manos negadas.

Si se hunden, nos perdemos,
no habrá calma.

La tierra viste de luto
desconsoladas las fosas
llenas,
las lunas menguantes
lloran,
los parques vacíos.

Sin memoria, sin respeto,
no habrá vida.

El agua desborda los cauces
la tierra se agrieta y se muere
los bosques se vuelven cenizas
el hielo se funde y desborda...

                                 ...de nuevo, la tierra.
No habrá vida.

Se aviva el fuego en las calles,
la rabia grita con piedras
palabras en todos los idiomas
y el mismo color se derrama.

Si callamos, sin derechos,
no habrá guía,
no habrá calma,
no habrá vida...

                    ...no habrá nada.