Me atrae jugar con las corrientes de agua,
sumergiendo las manos para sentir el frío
mientras todo se mueve debajo,
aunque no pueda verse.
Para sentir. Para ver cómo se escapa.
Para dejar que se vaya.
Para no olvidar que permanezco así,
como una roca que se va construyendo
beso a verso, erosión a erosión.
Dicen:
Es necesario salir
para poder entrar,
derribar para reconstruir,
caminar para llegar a alguna parte.
Hoy me caigo,
me paralizo,
me resquebrajo.
Todos los pilares
se tambalean.
Sé que dentro de poco
la única continuidad,
será seguir respirando.
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