Era más fácil tragarme
los centímetros pieles,
la esquiva mirada
y los silencios,
que vomitar verdad
en aquellos instantes.
y los silencios,
que vomitar verdad
en aquellos instantes.
Vuelve.
Porque entonces tú
lo ordenabas todo.
El dolor nos creaba
como recrea el espacio
un abrazo
un abrazo
y lo suspende,
con un beso red invisible.
Como un verso
sobre el que bailar
para no caerme.
con un beso red invisible.
Como un verso
sobre el que bailar
para no caerme.
No duele el olvido
cuando puedo barrerlo
con ojos pasajeros,
y amontonar los desechos
bajo las alfombras de cada derrota.
Pero duele el recuerdo diáfano,
sin parapetos,
bajo el abrazo que acuna
y después ahoga,
rasgando como cuchillas pestañas
en un parpadeo.
Vete.
Porque ahora
la calma,
lo sitúa todo.cuando puedo barrerlo
con ojos pasajeros,
y amontonar los desechos
bajo las alfombras de cada derrota.
Pero duele el recuerdo diáfano,
sin parapetos,
bajo el abrazo que acuna
y después ahoga,
rasgando como cuchillas pestañas
en un parpadeo.
Vete.
Porque ahora
la calma,
Innecesarias las redes,
aprendida ya la postura
con la que amortiguar el impacto
de todas las miradas recuerdos,
sin recovecos.
Es difícil aguantar la presión de una dictadura dulce que acuna y arrolla con la constante traición revoloteando para no dejar salir del abismo de ese Kaos.
ResponderEliminarEmocionante poema. Saludos.