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miércoles, 5 de octubre de 2022

SANSA FUE A LA PSICÓLOGA Y A UNA ASOCIACIÓN FEMINISTA Y AHORA ESTÁ COMPRANDO UN BUEN BATE


Sansa me dijo que la verdadera Hostia de Dios, 
fue esculpir el miedo en la misma costilla 
afilada con la complacencia, 
que intensifica tanto todas las DOLORES,    
que no hemos dejado de sentirlas.
Nunca fuimos esa costilla, 
pero nos enseñaron a autolesionarnos con ella.
 
Me dijo que MERICHANE y María Magdalena 
no son primas tan lejanas, 
siempre hay una mujer (Santa o Puta), 
contra la que sacralizar el estigma
en nombre del esperma.
 
Me dijo que al abrir la boca para alzar la voz,
las acusaron de brujas y  recibieron para expiarse el cuerpo de la culpa y la abnegación.
Y  que al tragar, la libertad se pudre.

Hemos tragado durante demasiadas vidas. 
Ya nos lo dijo TAYLOR, 
pero nos lo tatuó el patriarcado.

Porque  las críticas incisivas de tantas RAMONAs, viven en los soPORTA(r)LES,  
nacen de la misma inseguridad vomitada en las otras, por no saber, poder, mirarse.

QUE SEAMOS TODAS MÁS, PUTAS, REPUTAS Y LIBRES, POR TODAS LAS SANTAS QUE VIVEN EN LOS CEMENTERIOS.

QUE LA MALA REPUTA(CIÓN) SE ADQUIERA CUANDO EMPECEMOS YA, A REPARTIR PALAZOS. 

**Todos los abrazos han sido reservados solo para quien los merezca.
**Esto no es una declaración de amor a todas las Zaharas que alzan la voz,  habiendo tantas otras que aún no pueden hacerlo. 

viernes, 6 de mayo de 2022

Unas gotas

Cuánto dolor cabe 

en un recipiente de carne

antes de hundirse y desaparecer. 

Unas gotas más, apenas. 

Apenas soy cada día. 

Apenas se ya quien soy. 

A penas, 

me entierro debajo de ellas. 

Me encierro, mi vida. 

Debajo de penas que pesan

me hundo.

Me muero. 

Me entierro. 

A penas duras, 

sangro. 

A duras penas, 

soy. 

viernes, 25 de febrero de 2022

Ausencia, Vértigo, Vuelco, Bombeo, Vacío.

Cerca de casa, llegando al cruce 

de tu impaciencia, 

la primera hostia en la frente. 

Como un enjambre el silencio

aguijoneando las pieles, 

previamente en carne viva. 

Ausencia. 

Girar la llave y al abrir, 

los mordiscos de los monstruos 

que custodian tu recuerdo,

devorándonos. 

Vértigo. 

Y detrás del umbral de lo que siempre 

fue refugio y santuario,  

el tiempo detenido. 

Tus huellas, 

arrugados los bordes de tu descanso, 

algún juguete abandonado en un rincón

esbozando un bodegón improvisado. 

Vuelco. 

Derrumbarnos al dejar las llaves

y liberar el dolor, 

desgarrarnos sin amordazar el llanto

para aflojar un poco la presión

antes de que el corazón estalle. 

Bombeo. 

Y sin pretenderlo, darnos cuenta,

de que los colores, 

las texturas y las paredes, 

vibran distinto. 

Con un pedacito menos, 

en otra frecuencia cardíaca. 

Vacío. 



martes, 15 de febrero de 2022

KUMO

Recuerdo a todas horas 

la tierra roja de tus patas

el sumergir de mi nariz y mis manos

en los negros campos de tu lomo 

y acariciar la isla blanca y moteada de tu pecho.

Añoro la calma en que nos mecíamos 

al compás de la caricia larga y suave de tus lóbulos, 

adictivos, relajantes, esponjosos...

pero siempre alerta, 

mientras apoyabas tu carita en mi pierna

conquistando con tu mirada

el reino de mi derruido cuerpo

rendido bajo tu trufa. 

Tu curiosidad infinita,  

de par en par todas las puertas de la casa

y de nuestros corazones.

Tus recibimientos alegres, 

tus lloradas despedidas, 

tus esperas junto a la entrada.

Los atardeceres molino y espigas, 

y tus idas y venidas pendiente siempre 

de nuestros pasos.

La alargada sombra de nuestras figuras

con la tuya a nuestro lado.

Y  siempre, siempre, tu mirada eterna,

inolvidable, irrepetible, mágica,

de frente, de reojo, de soslayo...

traduciendo cada gesto, 

pendiente del más leve movimiento, 

cum laude en todas nuestras acciones.

Recuerdo Don Quijote, Valdepeñas, 

los paseos en Vallecas y por el parque 

de los patos, 

el retumbar de tus ladridos, 

tu energía inagotable.

Y de nuevo infinita, hasta el final, 

tu mirada, 

volando en apenas unos segundos 

a horizontes inexplorados. 

A los campos espiga y fuego, 

donde pasear para siempre 

fundidas nuestras sombras en la tarde. 

Gracias por tu amor sin condiciones, 

por habernos dado tanto en tantos años 

por tu nobleza, tu alegría y por ser luz. 

Ya brillas para siempre. Siempre gracias. 

sábado, 22 de enero de 2022

Las ausencias no gravitan en vacío

Perder la cuenta de las pérdidas

cuando transitas por el hemisferio equivocado

y no hay un plano para conectar 

los cables de colores sin que todo estalle. 

Razón, control, naufragio, 

tabla...desconectarse. 

Envolver toda la niebla con tu ausencia, 

exhalarla a través de mi vacío, 

precintar encapsulado el desengaño. 

Para no gravitarte. 

Para no gravitarme.