Tal vez hoy me envuelva el silencio
que siempre fue mi caballo de madera y mi escudo
mi billete a países lejanos en los que sólo yo paseaba
mi salvavidas y mi entrada de cine
mi colchón hecho de bruma
mi lugar seguro.
Tal vez hoy de nuevo le silbe para que vuelva a inventarme
para que me acompañe por rugosos momentos
de los que te arañan la piel con las esquinas del desencuentro y
la memoria de tantas espaldas.
Puede que hoy le ofrezca una cita
para que me sacuda el polvo si alguna vez me he arrastrado
y me cure las rodillas de algún mal aterrizaje
lejos de tus brazos.
Tal vez hoy mida en silencio
los minutos de día
el discurrir de una idea
la cadencia de un recuerdo.
Y lo evoque así
para que sea bálsamo y cura del caminar
con dolor en los huesos
y en los zapatos.
Precioso...
ResponderEliminarUn beso¡