Encarcelado el deseo, desde tan cerca, tan lejos.
Se han congelado sus sueños, sumisos ante tu frialdad
impertérrita.
El recuerdo de tus besos anuncia hoy un derrumbamiento, un romance de corazones negros, podridos bajo la sórdida luna.
Nacarados cisnes acompañan la velada tras una cortina de
humo y después alzan el vuelo… ¡son buitres!
Llévale de la mano a la cama, entre edredones de plumas... su suavidad le traerá recuerdos de tiempos mejores, donde a la sombra de un deseo libre, te esperaba.
Proscrita la esencia de lo que es cada persona,
volverán a preguntar mientras dictan la respuesta.
Pues a la luz ( o sobra ) de la dureza con la que describes ( ¿ destripas ?) esa relación, y desmigajas ese axioma acotado por el desencuentro ( ¿ amor ? ) sigo deleitándome con estas maravillas que nos regalas, Dormida.....
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