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sábado, 18 de diciembre de 2021

Micro

Estaba tan solo tan solo

que escribió socorro en una sábana

y la colgó en su ventana. 

Se deshicieron la tela y la carne, 

mientras esperaba. 

sábado, 20 de noviembre de 2021

Duele

Un calambre grita 

desde el mismo punto 

en el mismo cuerpo. 

Duele igual. 

Los giros, los amagos, 

los silencios apoyados en la espalda. 

Respirar una caricia. 

Duele igual.

Pasear por la piel expuesta

y presionar, sin fruncir el ceño, 

con los labios apretados en las paradas

que se suceden entre las vértebras. 

Imaginar el abrir de puertas de la carne

el ir y venir del flujo de viajeros... 

fibra, músculo, hueso.

Se empujan, se traban, se acoplan.

Aflojar los dientes relajando el ceño. 

Y ponerse de nuevo en marcha 

lubricando el engranaje. 

Silencio. 

Un calambre grita desde el mismo punto en el mismo cuerpo. 

Duele igual. 

domingo, 14 de noviembre de 2021

Parca

El tiempo se me pega en la sonrisa

y tira de sus comisuras hacia abajo, 

las ganas se perdieron con las prisas

dejando los sentidos, congelados. 

Y en esta situación de punto muerto

descubriendo en la pared formas freudianas

con neuropático consumo de las horas

espero tras la puerta, tu llamada. 

lunes, 26 de abril de 2021

Mi cruz. Y punto.

Puedo tejer excusas

 y zurcir sonrisas,

doblar las ganas con esquinas perfectas, 

con las que autolesionarme. 

Tropezar en el pasillo que me lleva

del hastío a la indiferencia

y yacer imperfecta 

entre el fuselaje estrellado. 

Dejar que la vida siga siendo

eso que dicen que pasa,

mientras veo mi cometa caer

en cada amago de vuelo. 

Y remendarla. 

Seguir cosiendo sin patrones, 

porque si enhebro mis principios, 

habré  llegado a mis finales. 

viernes, 26 de febrero de 2021

Jirones

Las texturas cambian 

según la dosis de realidad

aplicada. 

Sin dosificar, desgarra. 

Y no se cosen los jirones

con las sonrisas estúpidas

que viven al otro lado de mi epidermis. 

Hoy no sangran las estrellas

por la vereda del universo, 

ni se desbordan los acuarios

o los océanos cuando te marchas. 

Pero amanece vacío. 

Húmedo, pegajoso, 

plomizo. 

Vencido, 

bajo el peso muerto de los silencios

cuando se impregna el pesar 

en la almohada del alba.