Confusión. Cae la lluvia afuera, tras la ventana, pero yo
tengo la cara mojada.
Rapidez. El vértigo ya es una constante en mi vida. Doy
mil vueltas sobre mí misma, un día sí y otro también.
Absurdo. Vuelvo y vuelvo a tus brazos, tratando de
escapar de tus garras, en las horas donde los besos ya no significan nada.
Tiempo. Es la respuesta monocorde que todos dan a mi
problema, y sin embargo vuelvo atrás, dejándome arrastrar por una corriente de
aire denso cuando finjo que te olvido.
Miedo. Me pierdo entre tanta letra, entre tanto ruido,
entre tanta gente, con una mano invisible apretando mi garganta.
Silencio. Seguiré así, dejando que se alce la barrera
definitiva que me haga ignorar que te quise.
Dormida....
ResponderEliminaren el tiempo, las palabras y los olvidos encontrarás respuestas. Las respuestas a los miedos traducidos en palabras solo buscan una razón.... la alegoría. Excepcional marca de sentidos has logrado en este poema. te felicito.