Buscar la inspiración en un instante no pensado
en un lugar extraño y en una emoción neutra.
Buscar que la mano se deslice como una gota de agua
perdida hacia el borde de lo tangible
para lanzarse y chocar en la nada
o estrellarse en lo sabido,
como en los besos.
Como en los versos-besos
como en los besos tras los versos
como una gota lágrima.
La misma mirada
misma cadencia
la misma pátina nostalgia y almendra.
Desprenderme de la piel y buscar las alas
dejar la ropa vieja arrugada en algún recodo
cambiar la melodía que fue banda sonora
e improvisar un jazz irreverente.
Que hoy para las musas
sea día de mudanza
del consabido hemisferio
que planificó mis versos
y cuadriculó mi vida.
Qué bien lo pones, Dormida, qué bien. Pero que las musas no te hagan caso, que se queden donde están....
ResponderEliminarY como siempre, espléndida.